1. |
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UN POEMA LE PASA A CUALQUIERA
Se impacienta lo que aguarda ser cantado:
todo lo vivido,
todo lo que está por estrenar.
"Vuelo" se escribe con alas, y amarte se parece
a no morir nunca,
¿cómo no contarlo?
¿Cómo no buscar un alfabeto
que pudiera atreverse a nombrar
lo que aún no tiene nombre,
la aventura, lo inexplorado, lo perdido,
los fuegos secretos,
los juegos que no se agotan,
las calles en fiesta?
Canto por la libertad que aprendimos
bajo la lluvia, nuestra ley de aguacero,
lo que nos merecíamos.
Canto por cada siembra que no piensa en la cosecha.
Canto por tu boca de niña, primavera siempre.
Canto porque aún podemos
seguir impulsando
el columpio de los días.
Canto porque todo el mundo tiene derecho
a un poema con río.
Canto porque aún sabemos sonreír.
El amor es una forma del tiempo
que deshace el tiempo.
Canto porque hay 500 000 millones de galaxias,
pero aquí tenemos
todo lo necesario
para brillar.
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2. |
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LA IMPORTANCIA DE LA IMPORTANCIA
La cantante china
deleita en el cabaret
a todos los presentes.
Está intentando avisar con su canción
de que va a suceder una catástrofe:
unos hombres van a entrar con metralletas
en el local para hacer una matanza.
Ella lo sabe.
«Cuidado», dice la canción,
«nos van a matar».
Pero nadie habla su idioma,
o nadie pilla sus metáforas,
o no se dan por enterados.
Termina la canción, comienza otra.
Entran los hombres y disparan
indiscriminadamente
hasta agotar su munición.
La cantante y sus músicos
son los primeros en caer abatidos
en mitad del estrépito.
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3. |
Reparto
01:52
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REPARTO
La ley del dinero lleva a la masacre.
Por ella impera el crimen.
Es el dinero lo que ejecuta.
El dinero tala el bosque.
El dinero aniquila el mar.
Alguien señala.
Alguien invierte.
Alguien compra.
Alguien permite.
Alguien ordena.
Alguien vigila.
Alguien oculta.
Alguien miente.
Alguien calla.
Es el protocolo estipulado:
No hay dolor.
Alguien espera beneficios
en algún lugar.
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4. |
Ejecuciones
01:55
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EJECUCIONES
Un niño de doce años
es fusilado
junto a once hombres
en la tapia del cementerio.
–El trabajo está hecho,
dice uno de los que dispara.
Se marchan.
El trabajo está hecho.
Se oye un llanto.
No es posible.
–¿Es un animal?
–No. Alguien llora.
Regresan.
Un niño de doce años.
Disparan.
El trabajo está hecho.
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5. |
El cazador
04:47
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NO PERMITAS QUE PASE EL CAZADOR
No dejes que se acerque a tu hacienda
ni que roce tu cuerpo ni a tus hijos.
No le abras la puerta de tu risa
ni le digas el sitio donde guardas tu dolor.
No concedas que se instale en tus huellas,
que anide en tus ojos o que susurre en tus gestos.
Que no ponga en tu boca sus palabras,
que no ponga en su boca tus palabras.
No le hagas espacio, no le invites a tus días.
No permitas que pase el cazador.
AL TALISMÁN NO LE IMPORTAN LAS SOMBRAS
Todo va a desaparecer,
¡pero ahora está tan vivo!
Usar el miedo a morir para amar.
Usar el miedo a morir para saber olvidar la muerte.
Llevemos el aquí al buen aquí, al más aquí,
al mejor aquí.
Porque la muerte acecha,
la vida se llena de sentido.
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6. |
Debajo
03:57
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DEBAJO
Cualquiera puede comportarse de cualquier modo.
Hay situaciones extrañas, hay días límite,
hay constantes contradicciones.
¿Quién no se sorprendió alguna vez de su interior?
¿Quién no fue por momentos impertinente?
¿Quién no fue por momentos irreconocible?
¿Quién no se arrepiente de afirmaciones
que realizó con convencimiento, con vehemencia?
¿Quién no piensa en muchos asuntos
de forma distinta a como pensaba en otro tiempo?
¿Quién no sabe del sabor de la malicia?
¿Quién no obvió coyunturalmente la nobleza de espíritu,
la responsabilidad, la dignidad, la educación, la estética?
¿Quién no ejerció alguna vez la vanidosa arbitrariedad, la torva crueldad?
¿Quién no fue egoísta? ¿Quién no codició?
¿Quién no abandonó a su suerte a alguien que le necesitaba?
¿Quién no fue prisionero de la pereza, del ansia o de la ira?
¿Quién no ha deseado, siquiera por un segundo, que alguien se muriera?
¿Quién no ocasionó dolor? ¿Quién no juró en vano?
¿Quién no ha sido alguna vez cobarde hasta la vergüenza?
¿Quién no ha estado enamorado de quien no debía?
¿Quién no se olvidó de forma provisional de quien más amaba?
¿Quién no escogió fatalmente en alguna oportunidad?
¿Quién no estuvo a punto de morir por una estupidez?
¿Quién no se ha sobrepasado con cualquier sustancia más allá de lo recomendable?
¿Quién no asumió alguna vez sin cuestionamientos lo que dictara la corriente,
fuera esto lo que fuera, a pesar de las consecuencias que trajera ese dictado,
esa dirección?
¿Quién no tiene sus secretos?
¿Quién no tiene sus excusas?
¿Quién no ha engañado? ¿Quién no se engaña?
¿Quién no traicionó las expectativas? ¿Quién no se traicionó?
¿Quién no se ha ofrecido públicamente como ejemplo moral?
Rasquen debajo del retrato y verán:
Seres humanos,
procesos complejos,
y tú,
construyendo tu propia lectura,
humana,
compleja.
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7. |
Brindis
06:13
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BRINDIS
La vida pasa derrumbando edificios. Deja palomas muertas, palabras rotas, sangre seca, direcciones ilegibles, llaves oxidadas, botellas de vino vacías, silencios.
Pero que eso hoy no nos importe, que no nos impida enumerar las razones que tenemos para vivir.
Brindemos pues por esta bendita lumbre: la vida, esta casa en los acantilados de la que somos huéspedes, este vals con el sepulturero.
Brindemos, aunque sea invierno, porque hay primaveras.
Brindemos por los presos, por los heridos, por los enfermos.
Brindemos porque logramos ir al asombro como al aire, porque hemos averiguado el sabor del agua en lo oscuro y cómo muerden los dientes verdaderos, porque hay puentes y océanos y misterios y multitudes y siembras y planetas.
Brindemos por los viajeros que en un segundo se cuentan todo con los ojos.
Brindemos porque es posible convertir la vida en palabras, las palabras en vida.
Brindemos por la transformación.
Brindemos porque podemos hacer, hacer, hacer.
Brindemos por los momentos que justifican la existencia, por lo que permanece, por las marcas indelebles como cicatrices al sol.
Brindemos por las resistencias, por los motines, por los fugitivos.
Brindemos por los que llegan a tiempo al amor y por los que no.
Brindemos por los que no saben, o no pueden, o no quieren brindar.
Brindemos por el recuerdo de los buenos, y por el viento que dispersa las cenizas.
Brindemos con una copa unánime por saber siempre ofrecer, como hoy, un ramo de flores a los vivos.
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8. |
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TODO EN PERFECTO DESORDEN
El otro mundo estaba aquí, fue aquí.
Todo era en un desorden perfecto,
preso como de una ley poderosa,
desbordándose en un nuevo equilibrio
que se percibía en cada corazón.
Éramos dueños del tiempo
porque el tiempo nos poseía,
éramos todo porque no éramos nada,
como si fuéramos desde el principio.
No temíamos entonces el fin,
porque no había fin.
Sin razón, de pronto,
como si se abriera una puerta invisible,
todo fue aparición, el paisaje
era perfecto para los héroes,
resplandecía cada cual,
desconocidos jugando,
conociéndose.
La verdad, otra verdad,
estalló por todas partes,
estaba en todas partes.
Era parecido al amor,
ahora me doy cuenta,
aquel intervalo en que fuimos
multitud y osadía,
aquellos instantes de plenitud
enigmática, libre, gozosa,
aquel viaje a otro mundo
en este mundo.
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9. |
Marisma
04:47
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MARISMA
Vengo desde la plaza,
vengo desde la plaza
de San Francisco,
ay niña, de San Francisco,
vengo desde la plaza
para dormir contigo.
Para dormir contigo
¡ay niña!
para dormir contigo
¡ay niña!
para dormir contigo.
en la Marisma.
He venido por el río,
he venido, he venido,
¡ay niña! para dormir contigo,
¡qué gran camino!
―Un camino de plata
¡ay niña!
un camino de plata,
de plata fría.
Por llegar pronto,
por llegar pronto
mi caballo ha saltado
¡ay niña!
tres mil arroyos
¡ay niña!
por llegar pronto.
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10. |
Furtivos
05:55
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FURTIVOS
Contamos la desaparición
como quien cuenta un eclipse,
pero lo desaparecido
no volverá.
La vida es irrepetible.
Nos estamos quedando solos
para siempre.
Somos moradores del tránsito.
Caemos de instante en instante.
Hay quien mira
y solo ve cenizas.
Hay quien mira
y solo ve el fuego.
Yo quisiera tener
en cada amanecer
unos ojos nuevos.
Aguanta, corazón mío,
resiste a este temporal.
Aguanta, corazón mío.
Que un tiempo nuevo vendrá
y lograremos vivirlo
en paz y con libertad.
Somos moradores del tránsito.
Caemos de instante en instante.
Abrimos los ojos para no ver
nuestra oscuridad.
Al calor de la candela,
nos juntamos los cabales,
al calor de la candela.
Y contando nuestras verdades
y cantando nuestras penas
espantamos soledades.
Vuelve a suceder.
Un día sustituye a otro día.
Vuelve a suceder.
Otra vez más algo
nos perdona.
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11. |
Las oportunidades
07:38
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LAS OPORTUNIDADES
Sucede que hablamos más de las camareras que con las camareras.
GENTE DE PRINCIPIOS
Se miraron con un deseo ardiente, tan inocente como feroz. Ineludible, definitivo.
Se miraron a los ojos.
Se preguntaron cuánto duraría ese principio
A PUNTO DE ESCAPAR DEL GRIS
Digamos un avión, digamos ese, digamos que tú y yo. De repente, lejos, juntos.
Digamos que ya no hay miedo. Que hay tiempo, que hay lugar. Digamos que es posible.
El cielo parece de los dos ahora en este sueño.
Míranos: aquí no pueden atraparnos.
Atrás las heridas, como un color que pudiera borrarse o un error que se alcanzara a remediar. Atrás la ciudad, como un puñado de mentiras que ya no importan nada.
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12. |
Interludio
04:09
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INTERLUDIO
A veces sucede. Algo quiebra el mecanismo
cotidiano de la desolación y sucede.
Se despista la terca ley de la distancia
y dos cualesquiera se encuentran,
sin saber cómo, sin casi pretenderlo.
Conversan, se ríen, se sorprenden
de no desconfiar en absoluto,
se entregan a lo que van inventando
como si estuvieran protagonizando el Génesis.
Todo es muy extraño, piensan para adentro
en los raros momentos en que se les aparta la alegría
porque vuelve a asaltarles la costumbre.
Pero el milagro sigue.
No detienen el juego por ahora.
Pasean, deletrean el alfabeto de su inocencia,
balbucean sus nombres nuevos, sus sueños viejos,
cantan estribillos de canciones tontas
y les parece extraordinariamente divertido,
se olvidan de comer, hablan sin parar de la hermosura,
se conmueven en cada uno de los silencios.
Suele haber en estos casos una ciudad
que va dando pasos lentos hacia la noche y luego
pasos un poco más rápidos hacia el alba.
El alba mientras tanto aguarda tranquila,
en su sitio, con su guadaña
|
David Eloy Rodríguez y Virginia Moreno Seville, Spain
DAVID ELOY RODRÍGUEZ (Cáceres, 1976). Autor de una veintena de libros publicados. Premiado, antologado, traducido, es
letrista para diversos artistas. Ha recitado su obra en auditorios y festivales nacionales e internacionales.
VIRGINIA MORENO GONZÁLEZ (Badajoz, 1990). Clarinetista y acordeonista, parte de Four Women Quartet. Especializada en música clásica y estudiosa del jazz.
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